1Escurrimos al máximo las mollejas confitadas de su grasa.

2Colocamos una cucharada de grasa de pato en una sartén amplia y la arrimamos a fuego vivo, con las cebollas en tiras.

3Sazonamos ligeramente y dejamos que se cocinen hasta que veamos que se ponen doradas y tiernas.

4Entonces añadimos a la cebolla las setas que habremos limpiado y troceado en pedazos medianos, bajamos el fuego y dejamos que se rehoguen lentamente unos 30 minutos.

5Pasados, añadimos las mollejas escurridas de su grasa y partidas en láminas, dejando que cojan calor, a fuego ahora más suave.

6Retiramos el exceso de grasa de la sartén.

7Nos preocupamos de que las mollejas estén bien calientes y las espolvoreamos con abundante perejil picado.

8Rectificamos el sazonamiento y servimos.