1Lavar el pollo bien por dentro y por fuera. Colocarlo en una olla junto con la zanahoria lavada y raspada y la cebolla pelada y troceada, y sal. Cubrir con agua y cocer a fuego suave hasta que esté tierno, 1 hora y 15 minutos, aproximadamente.

2A continuación, sacar el pollo y las zanahorias y clarificar el caldo pasándolo por un tamiz muy fino. Disolver la gelatina en un poquito del caldo y mezclarlo con el resto. Quitar la piel al pollo, deshuesarlo y cortarlo en tiras más o menos del mismo tamaño.

3Para preparar el molde, poner una capa de gelatina, de 2 centímetros, en el fondo de un recipiente hondo (conviene pasar el molde por agua fría antes de llenarlo), meter en el frigorífico y dejar hasta que se cuaje. Colocar el perejil, el huevo cortado en rodajas, las zanahorias cortadas en rodajitas y el pollo. Verter el resto de la gelatina por encima y dejar en el frigorífico hasta que se cuaje, unas 24 horas para estar seguro de su buen desmoldado. Desmoldar, adornar con lechuga y más gelatina y servir.