1Para hacer la base de las pizzas, mezcla 400 gramos de harina con un poco de sal. Añade el aceite y el agua poco a poco, y amasa bien, hasta obtener una masa homogénea y compacta. Reserva.

2Pela los tomates, córtalos en dados y ponlos en un colador para escurrir la mayor parte del agua. Saltéalos en una sartén grande con un buen chorro de aceite. Sazona, añade un poco de orégano y mezcla bien. Reserva.

3Por otro lado, pica las espinacas y saltéalas en otra sartén con un chorrito de aceite. Sazona y reserva.

4Enharina una superficie plana con un poco de harina, divide la masa de pizza en 4 porciones y estíralas con un rodillo. Reparte el tomate entre las 4 bases. Haz lo mismo con las espinacas. Corta el queso en trocitos y añade. Espolvorea la placa de horno con otro poco de harina (para que no se peguen) y hornea las pizzas durante 20 minutos a 200º C (con el horno precalentado).

5Sirve una mini pizza de espinacas y queso por comensal y decora con una ramita de perejil.

6Las hojas de las espinacas deben presentar un color verde oscuro y brillante.

7Información nutricional: Pizza, una forma atractiva de comer verdura