1Pela los dientes de ajo y ponlos a dorar en una cazuela amplia y baja. Con ayuda de un cuchillo de sierra, corta el pan en lonchas finas (cuartos de luna). Reserva.

2Cuando los ajos estén bien dorados, pica los pimientos y añádelos. Sazona y cocínalos bien. Retira los pimientos con los ajos y resérvalos.

3Pica la papada de cerdo en dados y agrégalos a la cazuela. Sazona. Saltéalos brevemente, sácalos y resérvalos con los ajos y los pimientos. Incorpora el pan y cocínalo hasta que se dore (15-20 minutos). Añade el pimiento con los ajos y la papada y mezcla bien. Vierte el agua con el pimentón y cocínalo hasta que quede bien seco (3-4 minutos más).

4Corta 4 trozos grandes de papel film y extiéndelos sobre 4 recipientes marcando bien el interior. Úntalos con aceite y casca un huevo encima de cada uno. Sazónalos, ciérralos bien y átalos con una cuerdita. Pon abundante agua en una cazuela y cuando empiece a hervir introduce los huevos. Cuécelos a fuego medio durante 3-4 minutos.

5Sirve las migas y pon un huevo flor en el centro de cada plato (sin el plástico). Adorna el plato con perejil picado.

6Consejo: El huevo flor es un capricho, pero si no queréis tomaros el trabajo de hacerlos, podéis escalfar los huevos de la manera tradicional porque quedan igual de ricos.