1Antes de empezar, procurar tener el horno en marcha (esta es la causa principal del fracaso del 99% de las elaboraciones caseras de repostería).

2Poner a hervir el agua con la grasa (procurat que esté ya blanda y ponerla a trocitos) y la sal, y en el momento que hierva echar de golpe la harina, remover fuertemente con una espátula de madera hasta que forme una pasta bien espesa y compacta.

3Dejar enfriar un poco removiendo y añadir los huevos de uno en uno, y no echar el siguiente hasta que no esté perfectamente incorporado el anterior y el último poner en varias veces.

4Para saber que está, pasar el dedo haciendo un surco por la masa, y ésta debe cerrar lentamente, si no lo hace se puede añadir un poco más de huevo.

5Para cocer los profiteroles, debe estar el horno muy caliente 230º-250º, y a media cocción entreabrir un poquito la puerta para que escape el exceso de vapor del horno.

6Para que queden crujientes una vez cocidos sacarlos del horno y pinchar uno a uno con una aguja, y volver a hornear uno o dos minutos.

7Sacar y poner a enfriar sobre una rejilla.