RECETA
1La carne de las albóndigas nos aporta proteínas de alto valor nutricional, hierro de fácil asimilación y vitaminas.
2Siempre que compremos la carne picada, escogeremos un trozo magro y le diremos al carnicero que nos la pique en el momento, ya que así evitaremos riesgo de toxiinfección alimentaria, muy frecuente en este tipo de carne. Por esta razón es una buena costumbre mezclarla con ajo picado ya que tiene acción bactericida, evitando la proliferación de gérmenes en la carne. También es importante cocinarla cuanto antes, ya que no es conveniente tenerla en el frigorífico sin cocinar más de 1 o 2 días.
3La salsa de soja que se añade a la salsa de tomate, es un condimento muy nutritivo que nos aporta grandes beneficios: es rica en proteínas, apenas tiene grasa y es un buen sustituto del aceite para quienes deban controlar el consumo de grasas. Deberán tener cuidado los hipertensos con la salsa de soja, ya que 2 cucharadas de esta salsa aportan casi la mitad de la sal recomendable para todo el día.
4Las salsas hechas a base de verduras y con una cantidad controlada de aceite, como en la receta de hoy, enriquecen el valor nutricional del ingrediente principal, además de permitirnos cocinar las carnes o pescados con poca grasa.
5Podríamos completar el menú con una ensalada de pasta. Por un lado, la pasta nos aportará hidratos de carbono; y, por otro, la verdura cruda, que hay que consumir a diario, nos proporciona vitaminas, minerales y fibra. Y, como colofón final, una brocheta de frutas y queso.
6Comida:
7- Ensalada de pasta con pimientos- Albóndigas en salsa de tomate- Pan- Brocheta de frutas y queso
8Cena:
9- Calabacín relleno de salchicha al papillote- Pan- 3 nueces- Leche