1Poner una olla al fuego, con abundante agua y sal.

2Preparar un recipiente con abundante agua, un puñado de sal y bastantes cubitos de hielo.

3Cuando el agua de la olla esté hirviendo echar los langostinos, entonces se verá que cesa el hervor.

4Cuando el agua vaya a empezar a hervir de nuevo, apartar del fuego, sacar los langostinos y escurrirlos.

5Echarlos en el recipiente que tiene el agua con hielo y mantenerlos en ella entre 1 y 2 minutos.

6Transcurrido este tiempo, sacar los langostinos del agua fría, escurrirlos bien y colocarlos en una fuente, formando una capa.

7Cubrirlos con un trapo blanco húmedo y colocarlos en la parte más baja del frigorífico hasta la hora de servirlos.