1En un recipiente grande mezcle diez tazas de leche con dos tazas de azúcar y deje que se calienten.

2En una paila parta los 12 huevos teniendo cuidado de separar las claras de las yemas.

3Después bata las claras hasta que queden a punto de nieve, y cuando endurezcan lleve los copos a la mezcla de la leche y el azúcar con un cucharón.

4Déjelos allí durante siete minutos y después deles vuelta, usando una cuchara especial para fritos, para que se cocinen por el otro lado durante siete minutos más.

5No permita que el calor se exceda; por eso es aconsejable mantener cerca leche fría para bajar la temperatura.

6Cuando ya se hayan cocinado, saque las islas, póngalas sobre una superficie plana y déjelas escurrir inclinando un poco la tabla o bandeja que use.

7Mientras se enfrían prepare el caramelo, derritiendo, a fuego medio, una taza de azúcar refinada.

8Cuando esté completamente líquida, añada dos cucharadas de jugo de limón y revuelva bien hasta que desaparezca la espuma y se haya enfriado un poco.

9Vierta una cucharada de este caramelo sobre cada una de las islas tratando de cubrirlas.

10Después con la ayuda de un cuchillo, retírelas de la tabla antes de que se hayan enfriado totalmente.

11Para la salsa: licúe una taza de la leche caliente, junto con las yemas de huevo.

12Alada cuatro cucharadas de fécula de maíz y esencia de vainilla al gusto.

13Deje enfriar, removiendo de vez en cuando, y sirva las islas flotando sobre esta salsa.