RECETA
- tomate (grande), 4 unidades
- huevo, 4 unidades
- jamón serrano, 50 gramos
- queso rallado, 3 cucharadas
- mantequilla, 50 gramos
- aceite de oliva, 5 cucharadas
- sal, al gusto
- patata frita, al gusto
1Lavar los tomates bajo el chorro del grifo de agua fría, secarlos con papel absorbente y quitarles una rodaja de la parte superior y vaciarlos con ayuda de una cucharilla teniendo cuidado de no romper la piel.
2Colocarlos boca abajo sobre una superficie plana para que suelten el exceso de líquido.
3Picar el jamón finamente.
4Derretir la mitad de la mantequilla en un cacito y repartirla en el interior de los tomates, así como el jamón serrano picado.
5Colocar los tomates en una fuente refractaria.
6Poner abundante aceite en una sartén de borde alto que no sea demasiado grande.
7Cuando humee, cascar los huevos de uno en uno en la sartén con cuidado, añadir sal y freírlos echando aceite con la espumadera por encima para que queden como buñuelos, y doraditos en los bordes. (Procurar que los huevos no queden más grandes que el hueco de los tomates).
8A medida que los huevos estén fritos, colocarlos sobre los tomates.
9Espolvorearlos por encima con el queso rallado y rociarlos con el resto de la mantequilla derretida.
10Meter la fuente en el horno precalentado y dejar que se doren ligeramente. (Si se desea que los tomates no estén crudos, cocinarlos un poco en el horno antes de rellenarlos).
11Servir acompañado por patatas fritas.