1Descongelamos el hojaldre.

2Salteamos las setas en un poco de aceite bien caliente y un poco de ajo picado.

3A continuación, estiramos el hojaldre (si no está estirado, aunque tiene que quedar finito y normalmente, aunque esté estirado, sigue estando gordito).

4Para ello echamos un poco de harina sobre la encimera en la que lo vayamos a hacer, espolvoreamos también el hojaldre por encima con otro poco de harina y lo estiramos con un rodillo, si no tienes rodillo puedes utilizar una botella de superficie lisa.

5Partimos el hojaldre en 4 cuadrados iguales. Encima de cada uno de ellos ponemos una loncha de jamón, el queso y las setas (intenta que quede hojaldre todo alrededor del jamón, como 10 centímetros a cada lado y unos 3-4 en la parte inferior y superior).

6Cortamos el hojaldre que sobresalga por los lados del jamón como si fueran los dientes de un peine de un ancho de 1-2 centímetros (o sea, un peine con puntas por cada lado).

7Trata de realizar una trenza para sellar el hojaldre. Una vez realizada la trenza, pintamos el hojaldre con huevo batido, lo espolvoreamos con unas semillas de sésamo, y lo metemos al horno a 200 grados hasta que este dorado.