1Colocar en un cuenco media taza de agua y 100 g de azúcar, llevar a ebullición y dejar cocer a fuego suave 7-8 minutos, hasta obtener un almíbar transparente y espeso.

2Batir las yemas con un robot o batidora hasta que esten espumosas.

3Incorporar el almíbar caliente en forma de hilo y mezclar rápidamente.

4Agregar el cointreau y la miel y dejar enfriar, removiendo a menudo.

5Montar la nata e incorporar a la mezcla.

6Colocar en un molde rectangular e introducir en el congelador 2 horas.

7Lavar bien la naranja y secar con papel absorbente.

8Cortar en rodajas con un cuchillo afilado y dividir las rodajas centrales por la mitad.

9Colocar en un cuenco dos tazas de agua, agregar el azúcar restante, llevar a ebullición y dejar hervir durante 2 minutos.

10Sumergir las medias rodajas en el almíbar caliente y dejar enfríar en un lugar fresco sin retirarlas del almíbar.

11Cortar en cubitos la piel de naranja confitada, colocar en un cuenco, agregar la miel y mezclar.

12Desmoldar el postre sobre una fuente de servir.

13Escurrir las mitades de naranja, secarlas y colocarlas alrededor del postre.

14Colocar el dulce en el congelador, pasándolo del congelador al frigorífico media hora antes de servir.