1Separamos un vaso de nata y la calentamos en el microondas. Disolvemos el café en la nata hasta que se integre por completo. Reservamos.

2Montamos la nata hasta un punto en que quede bien montada y firme. Ten cuidado de no pasarte para que no se corte y se haga mantequilla. Aquí puedes ver como conseguir una nata montada firme y estable.

3Cuando esté lista cogemos una paleta de silicona y con movimientos envolventes mezclamos la leche condensada pero vamos añadiendo muy poco a poco. La nata debe bajarse lo menos posible porque de la cremosidad de esta mezcla dependerá el resultado. No airees mucho para que no coja aire. Tiene que quedar muy bien ligado.

4Añadimos el café que ya se habrá templado y lo integramos con los mismos movimientos suaves.

5Ponemos la mezcla en un molde y tapamos muy bien con film transparente. Sella bien y no te preocupes porque en este helado no hay que remover la mezcla, queda perfecta y cremosa, sin cristales de hielo, así como esté. Es importante que el film transparente quede muy pegado a la mezcla, sin huecos de aire,

6Tiene que estar en el congelador al menos 6 horas o hasta que congele bien del todo. Antes de servir lo sacamos un ratito para que se atempere y sea más fácil servirlo.