RECETA
- 1 kg de habas crudas, peladas, a poder ser tiernas y pequeñas
- 1 puñado pequeño de menta fresca rota en pequeños pedazos, con la mano
- 6 cucharadas de aceite de oliva virgen
- El zumo de 1/2 de limón
- Sal y pimienta recién molida
1Si las habas son muy pequeñas bastará con lavarlas en agua.
2Si son muy hermosas, habrá que armarse de paciencia, a pesar de que el trabajo valdrá la pena.
3Ponemos agua salada a hervir y en el momento que surjan los hervores volcamos las habas.
4Una vez vuelto el hervor de nuevo, contamos 1/2 minuto y las escurrimos, sumergiéndolas en agua helada ligeramente salada con hielos.
5Ya frías, las escurrimos del agua y lo engorroso, les retiramos una a una la piel, pinzándolas con las yemas de los dedos, dejando que el grano reviente y surja el grano verde intenso y sabroso.
6Es una pelmada, pero si son grandes, la piel es muy dura.
7Una vez peladas o si son pequeñísimas, lavadas y secas, las colocamos en un bol con la menta.
8En una taza mezclamos el zumo con la sal y la pimienta.
9Batimos con un tenedor y añadimos el aceite de oliva.
10Regamos con este aliño las habas y las mezclamos bien, dejándolas reposar en la nevera al menos 5 minutos.
11No mucho más, porque el ácido del limón mata el color de las habas.
12Las acompañamos con pan tostado y mantequilla fresca.