1En un cazo al fuego ponemos el agua y el zumo de limón.

2Cuando esté caliente, sin que llegue a hervir, añadimos la gelatina de limón y removemos para que se mezcle bien. Retiramos del fuego y dejamos templar un poco. Recuerda que la gelatina no debe llegar a hervir.

3Añadimos el azúcar y la leche condensada y mezclamos bien.

4Montamos la nata y la añadimos a la mezcla anterior, con movimientos suaves, hasta que esté totalmente integrada.

5En un molde de silicona, ponemos caramelo líquido en el fondo. Cuando haya solidificado un poco, añadimos la mezcla del flan.

6Llevamos a la nevera un mínimo de 4 horas, hasta que esté bien cuajado.