1Poner las setas en un cuenco, cubrir con abundante agua templada y dejar reposar 30 minutos.

2Escurrir, lavar bajo el chorro de agua fría y cortar muy menudas (dejar 8 enteras para la decoración).

3En un cazo de fondo grueso, fundir 30 g de mantequilla.

4Agregar la cebolla, muy picada, los trocitos de seta y las setas enteras y rehogar a fuego fuerte 5 minutos, sin dejar de remover.

5Espolvorear con 1 cucharada de harina, mezclar bien y bañar con el fondo de carne.

6Tapar y continuar la cocción, a fuego suave 15 minutos más.

7Sazonar la carne con sal y pimienta, rebozar ligeramente en harina y, en una sartén grande, freír en el resto de la mantequilla caliente hasta que esté dorada por fuera pero rosa y jugosa por dentro.

8Retirar y reservar al calor.

9Añadir la nata líquida y la jalea de grosellas a la grasa de la cocción, mezclar enérgicamente con una cuchara de madera, raspando el fondo y las paredes de la sartén y cocer, a fuego medio, durante 5 minutos, hasta obtener una salsa ligeramente espesa.

10Repartir los filetes de reno en 4 platos individuales, rodear con las setas en su jugo y napar con la salsa de nata y grosella.

11Decorar con las setas enteras y unas ramitas de perejil y servir inmediatamente en los platos calentados.