1Bata las yemas con el azúcar, la maicena y la leche, ponga al fuego y cocine, revolviendo, hasta que espese.

2Retire y agregue las hojas de gelatina previamente remojadas en agua fría.

3Revuelva hasta que se disuelvan y agregue las gotas de esencia de menta y el colorante. Deje enfriar.

4Bata las claras a punto de nieve. Bata la crema.

5Mezcle la preparación anterior con la crema y con la claras.

6A continuación, envuelva un molde de soufflé con papel de aluminio, de forma que éste sobresalga de la altura del molde.

7Rellene con la mezcla sobrepasando la altura del mismo, e introduzca en el congelador.

8Una vez congelado, retire el papel de aluminio y decore el helado al gusto.

9La mezcla quedará por encima del borde del molde, dando la sensación de haber subido.