1En una marmita se ponen las fabes, una vez limpias y enjuagadas con agua corriente, se ponen en remojo hasta el día siguiente, con agua hasta cubrirlas.

2El lacón y el tocino se remojarán al mismo tiempo en lugar aparte, si son salados.

3En la misma agua en que las fabes estuvieron en remojo, se ponen a cocer en frío, acompañadas del resto de los ingredientes.

4El tiempo de cocción dependerá de la calidad y dureza de las fabes, variando entre 1 y 3 horas.

5Ésta será muy lenta para que no revienten (en 1 1/2 horas estarán a punto si son de buena calidad).

6Luego, se apartan del fuego, pero se mantienen al calor sin hervir y se las deja reposar entre 1/2 hora y 3/4 antes de servir.

7Cuando ya vayan a estar, se habrá preparado un refrito con el aceite y el ajo machacado, se añade a la fabada y se retira del fuego.

8Para su presentación se parten en dos los chorizos y la morcilla y se trocean prudencialmente el lacón y el tocino.

9Estos elementos forman lo que se denomina "el compango", que se servirá con las fabes en cazuela de barro para que conserve el mayor tiempo posible una buena temperatura.

10Si se desea que el caldo sea algo espeso se pueden machacar unas fabes, retirar el pellejo de las machacadas y mover la marmita con suaves movimientos circulares.

11Las fabes tienen que estar completamente enteras, por lo que la cocción ha de ser muy cuidadosa.

12Si hay que añadir agua, se añadirá ésta fría y en pequeñas cantidades, al principio de la cocción, para una mejor cocción.