11 Cortamos la calabaza por la mitad y la asamos en el horno. (El resto si no la usamos nos la comemos o la utilizamos para otro tipo de elaboraciones).

22 En el robot de cocina ponemos las avellanas y las pulverizamos pasando por todas las velocidades y reservamos.

33 Ponemos el vaso del robot el azúcar y la calabaza y la batimos bien hasta formar una pasta homogénea.

44 Añadimos las avellanas y mezclamos bien.

55 Ponemos la masa en un bol y tapamos con papel film. Guardamos en nevera para que  se armonicen los sabores.

66 Al día siguiente formamos bolas y pasamos por los piñones o por la almendra triturada.  Los ponemos en una bandeja con molde de silicona o papel de horno. Precalentamos el horno a 180º.

77 Pintamos con las yemas batidas y horneamos unos 15 minutos o hasta que veamos que estén un poco dorados. Sacamos del horno y dejamos enfriar para poder colocarlos en una bandeja.

88 Dejamos reposar una hora más o menos y ya los tenemos listos para consumir. Son diferentes a los panellets tradicionales, pero os aseguro que tendréis que comer más de uno porque son adictivos.