1Limpiar muy bien de la parte dura del tronco de las espinacas, lavar y se ponen a cocer en agua caliente con sal. El tiempo de cocción es de unos diez minutos aproximadamente.

2Una vez cocidas se pasan por agua fría y se ponen a escurrir.

3Los garbanzos se habrán dejado en remojo la noche anterior, se ponen a cocer y una vez tiernos se reservan. En una cazuela con aceite caliente, se fríen los dientes de ajo enteros y las rodajas de pan, y una vez frito todo se reserva.

4En este mismo aceite se rehoga el pimentón con mucho cuidado para que no se queme. Se añaden las espinacas y los garbanzos bien escurridos, y se machaca en el mortero el pan frito junto con los dientes de ajo fritos. Se agrega un poco de agua para disolver bien el contenido del mortero, y se incorpora a las espinacas y se rehoga todo unos minutos, sazonar y echar comino molido. Cuando estén en su punto se sirven en la misma cazuela de barro . Se puede decorar con unas rebanadas de pan frito.