RECETA
- 1 kg de espinacas frescas
- 5 dientes de ajo laminados
- Un puñado de beicon ahumado cortado en finas tiras
- 4 cucharadas de aceite de oliva
- Pimienta recién molida
1Limpiamos las espinacas. Les eliminamos el tallo duro y fibroso, agarrando las hojas y tirando del tallo, que se desprenderá en todo lo largo. Así todas.
2A las que sean muy pequeñas, como brotes, no hace falta que les retiremos el tallo, sólo a las duras.
3Ponemos en una cazuela amplia en la que quepan luego todas las espinacas, mientras estemos limpiando las espinacas, el aceite a fuego suave y añadimos las tiras de beicon. Dejamos que se cocinen suavemente, sin dejar de mover, sin que cojan color.
4Entonces subimos la intensidad del fuego y añadimos los ajos, que deberán dorarse ligeramente y todas las espinacas crudas, dando vueltas sin cesar, cubriendo con una tapa.
5Dejamos que vayan mermando de volumen y cocinándose, reduciéndose el jugo que irán soltando. Así unos 15 minutos.
6Pasados, destapamos, añadimos unos granos de sal. Les añadimos una pizca de pimenta recién molida y nos las comemos, como verdura o como guarnición.