RECETA
- 2 mazos de espárragos frescos
- Agua y sal
1Eliminar a los espárragos la base dura y terrosa.
2Esta operación suele hacerse doblándolos desde la base, con las manos.
3El espárrago rompe por donde está terso y así se deshecha la base dura. Pelarlos.
4Si son muy gruesos, los partimos en dos, a lo largo.
5Colocamos abundante agua a hervir, ligeramente salada (hay quienes a esta agua suelen añadir unos dientes de ajo pelados, una pizca de aceite y unos granos de azúcar) e introducimos los espárragos pelados en su interior.
6Los podemos añadir sueltos o atados en mazos, para que no anden desperdigados y los podamos repescar cuando estén cocidos con facilidad.
7Los tenemos unos 10 minutos a fuego suave, en continuos borbotones y comprobamos que estén tiernos, atravesándolos con el filo de un cuchillo.
8Los colocamos tibios sobre una bandeja y los comemos acompañados con una mayonesa o sencillamente empapados con aceite de oliva virgen.
9Hay quien tiene costumbre, como en las conserveras, de cocer los espárragos atados en mazos, en una cazuela alta y estrecha, con las puntas mirando al cielo, de pie.
10De esta forma se cuecen intensamente los tallos y las puntas quedan tersas.
11El truco es no cubrirlos con agua hasta la punta y dejar que estas asomen unos centímetros al aire.