1Ponemos a descongelar la lámina de hojaldre, colocamos todos los espárragos sobre un trozo de papel absorbente de cocina.

2Ponemos el cebollino muy picado en un cuenco, junto con el diente de ajo prensado, el zumo de limón y el aceite de oliva.

3Mezclamos todo bien y añadimos un poco de sal, después colocamos los espárragos ya escurridos y estirados en una fuente y los regamos con la mezcla que hemos hecho anteriormente.

4Dejamos macerar durante 2 horas.

5Escaldamos en agua caliente las hojas del puerro, cuando hayan hervido, al menos durante 2 minutos, lo pasamos por agua fría y los cortamos en varias tiras.

6Hacemos cuatro montoncitos de espárragos colocando dos blancos, cuatro verdes y con las tiras de los puerros atamos el conjunto de espárragos por el centro, utilizamos dos tiras por cada grupo.

7Calentamos el horno a 220 grados y sacamos el queso de cabra de la nevera, esperamos un rato para poder cortar cuatro rodajas del mismo tamaño.

8Cuando el hojaldre se haya descongelado hacemos cuatro cuadrados y colocamos en el centro de cada uno de ellos una rodaja de queso.

9Cogemos primero dos extremos opuestos del cuadrado y los unimos en el centro en forma de pico sin aplastar el hojaldre. Hacemos lo mismo con los otros extremos.

10Con los dedos humedecidos unimos las cuatro costuras del cuadrado para cerrarlas bien, colocamos los cuatro paquetes de hojaldre sobre la bandeja del horno humedecida con un poco de agua fría, los horneamos durante 18 minutos.

11Mientras se hacen preparamos los espárragos, ponemos en una sartén a fuego vivo y hacemos los ataditos de espárragos hasta que queden dorados, finalmente, servimos con los hojaldres de queso.