RECETA
- 24 espárragos blancos gruesos cocidos o en su defecto de buena conserva
- 8 huevos muy frescos
- 2 dl de vinagre de sidra
- 2 l de agua
- 4 cucharadas soperas de aceite de oliva virgen
- Sal
1Poner a hervir en una cazuela a poder ser alta y estrecha, el agua sin sal.
2En el momento que venga el hervor, añadimos el vinagre de sidra, de manera que se romperán los borbotones.
3Ajustaremos la intensidad del fuego para que en ningún momento el agua hierva violentamente.
4Vamos cascando los huevos en pequeñas tazas o vasos, individualmente, de manera que los iremos escalfando de dos en dos, deslizándolos delicadamente del vaso al agua caliente, teniéndolos así por espacio aproximado de un minuto.
5Los vamos volteando cuidadosamente con ayuda de una espumadera, de manera que pasado el tiempo, los sacamos del agua y los introducimos en un pequeño barreño en el que habremos puesto agua limpia fría ligeramente salada (1 cucharada sopera por litro).
6De ésta manera, cortaremos la cocción, para que no nos cuajen las yemas y eliminamos de la clara el gusto a vinagre transmitido por el agua de cocción.
7Toda ésta operación, la podemos realizar con antelación, y en el momento de servir sólo tendremos que recalentarlos en agua hirviendo o incluso en el microondas a potencia mínima.
8Escurrir los espárragos si están recién cocidos o sacarlos de la conserva y colocarlos en platos individuales o una fuente.
9Templarlos en el microondas a potencia media en el caso de los de lata, de manera que les demos un mínimo de temperatura, sin calentarlos demasiado para que no se estropeen.
10Colocar sobre ellos, los huevos escalfados calientes, espolvorearlos de una pizca de sal y rociarlos con las cuatro cucharadas de aceite de oliva virgen crudo.