1Remojamos la sémola con el zumo de limón y la misma cantidad de agua con un poquito de sal. Ponemos también un chorretón de aceite de oliva. Dejamos que se hidrate y ponemos más agua si es necesario. Al final añadimos las especias molidas (una cucharada o algo más, al gusto), junto con la sal, y removemos.

2Mientras la sémola se hidrata vamos picando el queso y los tomates en trozos regulares junto con la hierbabuena y el perejil. Lo añadimos todo al cuscús.

3Picamos finos los pimientos. Lo unimos todo con la sémola que terminará de hacerse con todos los líquidos del resto de ingredientes. Si vas a poner aceitunas o garbanzos lo añades ahora también.

4Lo metemos a la nevera y en una hora aproximadamente estará fresco y al punto. No te preocupes si pasa más tiempo, no pierde la textura.

5Servimos fría pero antes la sacamos de la nevera un rato para que se atempere y tenga más sabor.