1Hornee los tomates y los chiles en el horno debajo del fuego máximo hasta que la piel se oscurezca cerca de 6 minutos.

2Deles la vuelta y hornee por el otro lado el mismo tiempo. Enfríe.

3Trabajando sobre la bandeja de hornear quite la piel de los tomates y el corazón duro, transfiera los chiles y los tomates a la licuadora o a un procesador de alimentos con todos los jugos y convierta en puré.

4Si utiliza tomates de lata, ponga los chiles en una sartén y dórelos a fuego medio dándole vueltas regularmente, hasta que se pongan negros.

5Ponga en la licuadora junto con los tomates colados hasta hacerlos puré.

6En una olla, caliente el aceite a fuego medio, añada las cebollas y cocine hasta que se doren, suba el fuego a medio alto y cuando haya calentado añada el puré de tomates.

7Cocine hasta que tenga un color más oscuro y haya espesado a la consistencia de una pasta de tomate 10 a 15 minutos, añada el caldo, cubra parcialmente y cocine a fuego bajo por 15 minutos. Pruebe y sazone con sal.

8La salsa debe tener una consistencia de sopa. Mantenga caliente a fuego bajo. Mezcle la crema con la salsa.

9Ponga el pollo en un bowl y mezcle con un cucharón la salsa. Pruebe y sazone si se requiere.

10Caliente el horno a 350°, Ponga en el fondo de una o dos fuentes refractaria una taza de la salsa.

11Caliente las tortillas rociándolas con un poco de aceite por separado, póngalas una encima de las otras y tape con un paño.

12Enrolle un poco de pollo en cada tortilla y distribuya sobre las fuentes refractarias.

13Viértales la salsa restante y échele el queso por encima. Hornee hasta que las enchiladas estén calientes y el queso se dore, cerca de 15 minutos.

14Adorne con las ruedas de cebolla y las hojas de cilantro.