1Corte el pollo en trozos de tamaño bocado.

2Pelar y picar las cebollas y poner en la licuadora con, ajo, jengibre y hierba de limón en rodajas.

3Añadir un poco de aceite para facilitar la mezcla y mezclar los ingredientes hasta conseguir una pasta suave.

4Caliente el aceite restante en una sartén y cuando está muy caliente, agregue los ingredientes mezclados, la sal, la cúrcuma y el chile en polvo (si se utiliza).

5Freír a fuego medio, removiendo bien con una cuchara de madera.

6Añadir unas gotas de agua si la mezcla empieza a pegarse.

7Cocine a fuego lento, hasta que comience a tener un color dorado.

8Añadir los trozos de pollo, mezclándolos bien, para que se recubren uniformemente de la pasta.

9Tape y cocine a fuego lento de 35 a 45 minutos o hasta que el pollo esté tierno.

10El jugo del pollo proporcionará suficiente líquido para este curry, así que no agregue agua u otro líquido.

11Remueva ocasionalmente para evitar que se pegue.

12Añadir las hojas de cilantro y cardamomo, remover tapar durante unos segundos para mantener el aroma.

13Servir con arroz blanco.