1Precalentamos el horno a 170º y preparamos el molde de cupcakes con las cápsulas.

2En un vaso ponemos la leche junto al limón y lo dejamos reposar mientras hacemos el resto de la receta.

3Ponemos la mantequilla con el azúcar y batimos a velocidad alta hasta que la mezcla blanquee y espume.

4Añadimos los huevos uno a uno y batimos bien. Incorporamos la esencia de vainilla.

5Mezclamos la harina con el cacao, el bicarbonato y la levadura y la tamizamos sobre la mezcla anterior. Batimos a velocidad baja, hasta que esté bien integrada.

6Por último, incorporamos la leche a la que le habrán aparecido grumitos y tendrá aspecto de cortada. Este buttermilk aporta jugosidad a los bizcochos. Batimos muy bien hasta obtener una masa homogénea y sin grumos.

7Echamos la mezcla en las cápsulas, rellenándolas dos tercios de su capacidad, y llevamos al horno durante 20 minutos aproximadamente.

8Cuando estén listos, los sacamos del horno y los dejamos enfriar sobre una rejilla.

9Para la decoración, montamos la nata (se puede agregar azúcar si gusta más dulce) hasta que esté firme. Ponemos la nata en una manga pastelera y cuando los cupcakes estén totalmente fríos, ponemos un poco de nata sobre cada uno y con la ayuda de una espátula o cuchara, cubrimos bien el cupcake, dándole forma redondeada. Aquí tienes algunos consejos para que la nata quede firme y estable.

10Por otro lado, derretimos el chocolate en el microondas, y lo ponemos en una manga pastelera, cortando el extremo muy poco, para que el chocolate salga en forma de hilo. Si no tenéis manga pastelera podéis usar una bolsa de congelación. Una vez listo, hacemos el dibujo que más nos guste sobre la nata, en este caso unas caras de esqueleto, simulando al dibujo animado Jack Skeleton, de la película Pesadilla antes de Navidad.