1Haz una base de salsa bechamel con la mantequilla y la harina.

2Calienta el caldo e incorpóralo a la base, revolviendo fuera del fuego.

3Vuelve a poner la cacerola a fuego bajo y pon a hervir, revolviendo constantemente.

4Sazona con sal y pimienta blanca. Tapa y cuece a 10 minutos a fuego lento.

5Lava y seca las lechugas. Pela la cebolla y pica finamente.

6Funde 25 g de mantequilla, y rehoga la lechuga picada y la cebolla durante 10 minutos, o hasta que estén blandas.

7Añade la lechuga y la cebolla a la salsa bechamel y cuece 10 minutos a fuego suave con el recipiente tapado.

8Haz un puré con la batidora, y vuelve la sopa a la cacerala, prueba y sazona con sal y pimienta negra recién molida.

9Incorpora la nata líquida y remueve para que ligue.

10Calienta sin dejar que hierva. Corta en 5 o 6 trozos el resto de la mantequilla.

11Incorpora estos trozos de mantequilla, de uno en uno y revolviendo siempre, para dar mayor brillo a la sopa.