1En una olla grande, ponga las arvejas en agua que las rebase unos 2 cm; tápelas y cuézalas por 15 minutos.

2Pase las arvejas y el agua de cocción a la licuadora o a la procesadora de alimentos, agregue la harina y muela hasta que la mezcla esté tersa.

3Vierta la mezcla en la cacerola y póngala a fuego moderado.

4Añada la manteca, el caldo, la sal y la pimienta, y espere a que suelte el hervor.

5Baje la llama y deje que la sopa hierva por 10 minutos, revolviendo de vez en cuando.

6Incorpore la crema diluida y deje hervir 5 minutos más. Mientras tanto, ponga una sartén de teflón a calentar a fuego lento.

7Acomode allí las tiras de panceta para que se vayan dorando lentamente y queden crujientes.

8Una vez lista sáquelas con una espumadera y póngalas sobre toallas de papel para absorber el exceso de grasa. Una vez frías, córtelas en trocitos.

9Sirva la sopa en cuatro tazones individuales y ponga 1/4 de la panceta en cada una.