1Pele las papas, lávelas, córtelas en pedazos y póngalas a hervir en agua con sal.

2Una vez que estén blandas, retírelas del fuego y, utilizando la propia agua en que las cocinó, haga un puré de papas que no le quede muy suave, sino que tenga suficiente consistencia.

3Sazone con pimienta y dele sabor con el aceite de oliva.

4Para hacer los copitos, meta el puré en una manga de repostería, de boca ancha, y apriete para formar las rosetas.

5Colóquelos en el broiler unos minutos para que se doren. Sírvalos inmediatamente.

6Estos copitos, ideales para acompañar cualquier plato o para comerlos solos, pueden tener diferentes colores, dependiendo de los ingredientes con los que usted una el puré de papas.

7De esta manera, sus copitos podrían ser:

8Amarillos: Si al puré de papas no le añade nada más.

9Anaranjados: Si al puré de papas le añade puré de zanahorias o calabaza.

10Verde: Si une el puré de papas con hojitas picaditas de perejil o, en su lugar, con un puré de espinacas.