1Se lavan las collejas y se cuecen durante doce minutos dejándolas escurrir.

2En una cazuela de barro se echa aceite y se fríen las almendras, dos ajos, el pan, los pimientos secos y la guindilla.

3Después se echa al mortero todo eso junto con los restantes ajos y se machaca todo.

4Posteriormente se fríen las collejas con un poco de aceite y se mezcla todo, se le añade un poco de agua con unas gotas de vinagre y sal y se deja hervir.

5Después se retira del fuego.

6También se le pueden cuajar unos huevos antes de apartarlo del fuego.