1Poner al fuego una cazuela de barro con el aceite y cuando esté caliente se echan los dientes de ajo, pelados pero enteros.

2Retirar del fuego y colocar las cocochas, con la piel hacia arriba, formando una sola capa y la sal.

3Poner la cazuela al fuego y mover con un movimiento circular, siempre en el mismo sentido hasta que empiece a hervir, entonces apartar de nuevo y seguir moviendo hasta que baje el hervor.

4Entonces, volver a poner al fuego, siempre moviendo y siempre en la misma dirección.

5Ir repitiendo esta operación, tantas veces como sea necesario, hasta que las cocochas estén cocidas.

6Con estos movimientos se consigue que las cocochas vayan soltando una grasa que al mezclarse con el aceite va formando una salsa blanca cada vez más consistente.

7El moverlas siempre en la misma dirección es para que no se corte esta salsa.