RECETA
- 16 chuletas de cordero
- Una pizca de pimienta negra molida
- 1/4 cucharadita de sal
- 2 cucharadas de aceite
- Para la salsa:
- 1 manojo de hierbabuena (o menta)
- 3 cucharadas de aceite de oliva
- 1 cucharada de vinagre de vino
- 1/4 de cucharadita de salsa inglesa
- Una pizca de pimienta negra molida
- Sal
1(No olvide hacer la salsa antes de freír las chuletas ya que estas deben comerse recien salidas del sartén).
2Arranque las hojitas de hierbabuena y deseche tallos y ramitas.
3Lave las hojas con agua fría y una pizca de detergente; enjuáguelas perfectamente y déjelas unos minutos en un tazón con agua fría y unas gotitas de desinfectante.
4Sáquelas y escúrralas en un trapo limpio.
5Pique muy finamente la hierbabuena con un cuchillo de cocina muy afilado o mejor todavia, con un molinillo de perejil.
6Póngala en una salsera y añádale el aceite de oliva, el vinagre, la salsa inglesa la pimienta y la sal.
7Limpie las chuletas con un trapo humedo, páselas a un tazón y agrégueles el aceite, la pimienta y la sal; remuévalas para que todas queden bien impregnadas.
8Ponga a calentar, sin aceite, dos sartenes grandes.
9Cuando estén humeando, ponga a asar en cada uno de ellos una tanda de tres chuletas.
10Cuando se hayan dorado por un lado, volteelas y deje que se doren por el otro lado (la carne de cordero debe quedar siempre de color rosado).
11Ase de esta manera todas las chuletas y llévelas de inmediato a la mesa; lleve la salsa en la salsera para que cada comensal se sirva la cantidad que guste.