1Se ponen 20 cl. de agua en un cazo al fuego y se echan los 50 gr. de azúcar glace.

2Cuando esté bien diluido, se pasa a un bol y se le añade la mitad del Cointreau. Se deja enfriar.

3Se bate la mantequilla con el resto del azúcar glace, hasta que quede esponjosa, sobre un baño de María.

4Se le añaden la almendra en polvo y el resto del Cointreau.

5Se bate la nata hasta que doble su volumen y sin que quede demasiado dura. Se mezcla con crema de mantequilla.

6Se aclaran las fresas. Se escurren bien y se reservan unas pocas para decorar. Las restantes se cortan en dos, a lo largo.

7Se remojan los bizcochos ligeramente en el almíbar al Cointreau y se disponen en el fondo de un molde para charlota.

8Se colocan estéticamente y, si hace falta, se recortan. Se remojan los demás bizcochos en el almíbar y se colocan de pie en el interior del molde, con la parte azucarada contra las paredes del mismo.

9Se pone una capa de crema en el fondo del molde. Se cubre de fresas y se vuelve a poner otra capa de crema. Se repite la operación hasta terminar con los ingredientes.

10Se da unos golpes suaves al molde, sujetándolo con ambas manos contra la mesa, para eliminar posibles bolsas de aire.

11Se pone un plato (o un cartón envuelto en aluminio) sobre la charlota con algo pesado encima y se mete al frigorífico, donde estará 4 horas.

12En el momento de servir, se desmolda la charlota y se decora con el resto de las fresas y la nata montada.

13Le iría bien como complemento un coulís de frambuesas o de grosellas.