1Poner en una cazuela los ajos picados en el aceite frio y hacerlos un poco, sin que lleguen a dorarse.

2Echar los champiñones cortados en trozos grandes y si no son muy grandes, enteros.

3Dejar que se hagan unos 8 minutos, revolviendo de vez en cuando.

4Añadir un chorro de vino blanco (si es bueno mejor) y sal al gusto.

5Cuando los champiñones hayan soltado el juguito, echar un poco en un vaso e incorporar la harina, (es mejor que el jugo esté templado para que no se nos hagan grumos).

6Verter todo esto en la cazuela y revolver Dejar hacer unos 20 minutos a fuego lento.

7Cuando falten unos 5 minutos, incorporar el perejil bien picadito y revolver.

8Nota: se puede añadir un poco de guindilla picante