1Pelar las colas de los langostinos y reservarlas al fresco.

2Limpiar, lavar y secar las espinacas.

3Hacer la masa de las hojuelas:

4Mezclar la harina con dos claras de huevo, añadir un pellizco de sal y un pellizco de azúcar glas, después incorporar 50gr de mantequilla previamente fundida a fuego suave. Dejar enfriar. Mezclar todo energicamente.

5Fundir una nuez de mantequilla en un cazo, añadir el curry y dejar a fuego suave durante 1 minuto, después añadir la nata líquida y llevar a ebullición.

6Cocer durante 10 minutos a fuego suave, rectificar el sazonamiento y después pasar por un chino. Reservar al calor.

7Calentar el horno a 210ºC (termostato 7). Enmantequillar una bandeja.

8Formar ocho discos de pasta de 8cm y espolvorearlos con semillas de sésamo.

9Meter al horno y retirarlos cuando presenten un color dorado.

10Salar las colas de langostino y espolvorear con curry.

11Freírlas a fuego vivo en el aceite de oliva durante 1 minuto por cada lado. Escurrirlas sobre papel absorbente.

12Fundir una nuez de mantequilla en un cacito a fuego vivo hasta que tome un bonito color avellana.

13Añadir las espinacas y remover bien. Parar la cocción a los dos minutos para que se conserven verdes y crujientes.

14Colocar en cada plato un lecho delgado de espinacas y sobre él una hojuela.

15Colocar encima las colas de langostinos, recubrir con unas pocas de espinacas y colocar la segunda hojuela.

16Napar el fondo del plato con la salsa curry.