1Deshuesar y desgrasar la carne del cerdo y cortarla en trozos delgados y cuadrados de aproximadamente 1 cm de lado.

2Pelar las zanahorias y cortarlas por la mitad, a lo largo y luego rebanarlas transversalmente en trozos delgados.

3Limpiar los puerros, seleccionando sólo la parte blanca y rebanarlos en rodajas finas.

4Lavar los morrones, despepitarlos, cortarlos en tiras delgadas y luego transversalmente en trozos de unos 5 cm de longitud.

5El repollo se corta en juliana así como la cebolla, no necesariamente muy delgados.

6El zapallo se lava y se corta en dados pequeños, sin pelarlo, el perejil y el ajo se pican finamente.

7Se calienta bien una olla, preferentemente de hierro, a fuego vivo, se coloca allí el aceite de oliva y, cuando esté bien caliente, se echa la carne del cerdo.

8Cuando ésta comience a dorarse, se le agrega el ajo y el perejil y se termina de dorar la carne, asegurándose el sellado de los trozos de cerdo y la conservación de sus jugos, todo esto debe transcurrir a fuego fuerte.

9Una vez que esté dorado se agrega toda la verdura, en crudo, las hojas de laurel, los condimentos y el caldo, rectificando la sal poco antes de finalizada la cocción, que debe ser bastante rápida, y haberse agregado la salsa de soja, pues ésta tiene bastante sal.

10Seguir cocinando a fuego vivo, revolviendo muy frecuentemente, hasta que la verdura esté cocida, pero con un buen grado de firmeza, las zanahorias deben estar casi crocantes.

11Retirar inmediatamente del fuego y de la olla de hierro pues ésta conserva calor durante mucho tiempo y la cocción continuaría.

12Se sirve caliente, solo o acompañado de arroz blanco para embeber en la salsa.