1Corte cada mitad de solomillo en 3 trozos, según el tamaño.

2Ponga 3 cucharadas de harina en una bolsa de plástico y salpimiente.

3Ponga los trozos de cerdo y sacuda bien.

4Saque la carne, sacudiendo para que caiga la harina que quede suelta.

5Caliente el aceite en una sartén grande que tenga una tapadera que se adapte bien o en una cazuela refractaria a la llama.

6Sofría lentamente las chalotas hasta que estén doraditas.

7Sáquelos y reserve mientras dora los trozos de cerdo.

8Fría el cerdo lentamente hasta que esté ligeramente dorado por todos los lados.

9Añada un poco más de aceite si fuese necesario mientras lo fría.

10Saque la carne con una espumadera y reserve.

11Retire el aceite que quede en la sartén, luego añada el caldo.

12Lleve a ebullición, rascando los lados y el fondo del recipiente para desprender los trocitos tostados, con una cuchara de palo.

13Ponga de nuevo la carne y las chalotas, tape muy bien y deje cocer suavemente 25 minutos hasta que el cerdo esté casi hecho.

14Añada las alcachofas por la mitad y deje cocer, con tapadera, otros 10 minutos, hasta que el cerdo esté tierno.

15Con una espumadera, pase con cuidado el cerdo, las chalotas y alcachofas a una fuente de servicio caliente. Tape y conserve al calor.

16Deslíe la maicena en la nata. Agréguelo a la salsa de la sartén removiéndolo, déjelo cocer 1 minuto.

17Pruebe y rectifique de sal. Vierta la salsa sobre el cerdo, espolvoree de perejil picado y sirva enseguida.