1Saltear las cebollas cortaditas en pluma en las 4 cucharadas de mantequilla, espolvorearlas con sal y tapar la olla para que suden. No deben dorar.

2Cuando están lacias y transparentes se retiran del fuego y se escurren del líquido que soltaron. Guardar el líquido.

3Seguir cocinando las cebollas hasta que empiecen a amarillar. No Dorar.

4Luego se acomodan en un molde refractario y se espolvorean con queso parmesano rallado.

5Hacer una salsa blanca con las 6 cucharadas de mantequilla, 8 cucharadas de harina y el líquido de las cebollas mezclado con la leche evaporada.

6Debe quedar una salsa blanca dura.

7Se retira del fuego y se le agrega la mostaza, el ají y se sazona con sal y pimienta al gusto.

8Agregarle la crema de leche de a pocos.

9Usar solo la necesaria para que tome la consistencia de una salsa ligera.

10Cubrir las cebollas con esta salsa, espolvorear con parmesano rallado y pan molido y llevar al horno a gratinar por 15 a 20 minutos.

11Se puede preparar con anticipación y se gratina antes de servir.