1Las pescadillas que deben ser grandes y estar muy frescas, se limpian escrupulosamente y se parten en rodajas de 5 ó 6 cm de grueso y se salan con bastante sal y así se dejan alrededor de una hora.

2Este tratamiento sirve para endurecerlas, detalle necesario para que el caldo tenga su punto exacto.

3En una cacerola se pone a la lumbre el aceite y cuando se caliente se fríen en él unos dientes ajo, que se deja socarrar y se tiran.

4Se agrega entonces una cebolla muy picada y antes de que empiece a freírse se echa agua hirviendo; se tapa la cacerola y se deja hervir a fuego fuerte hasta que la cebolla quede completamente deshecha.

5Entonces, manteniendo la lumbre siempre fuerte, se agrega la pescadilla, que ha de hervir sin parar durante 15 ó 20 minutos.

6Pasados éstos se hecha por encima el zumo de naranja agria y se sirve.