1Lavar bien las almejas y ponerlas en una cazuela con una taza de agua.

2Tapar y cocinar a fuego fuerte hasta que se abran.

3Retirar las almejas, desechar las conchas y colar el caldo.

4Reservar las almejas y el caldo por separado.

5A continuación, calentar la mantequilla en una sartén grande y rehogar la cebolla hasta que esté transparente.

6Enharinar el pescado y agregralo a la sartén.

7Freír durante cinco minutos, dar la vuelta, añadir el vino y la mitad del caldo de las almejas y cocinar tres minutos.

8Mientras tanto, licuar las almejas con el caldo restante y reservar.

9Por último, incorporar a la sartén la crema de leche y las almejas licuadas y sazonar con sal y pimienta.

10Cocinar todo junto, a fuego lento, durante ocho minutos y servir.