1Corta la parte superior de los calabacines. Vacíalos sin llegar hasta el fondo con ayuda de un sacabolas o una cucharilla. Córtales una base por la parte inferior para que se mantengan firmes. Reserva.

2Para la salsa de jitomate, lamina el ajo y sofríelo en una cazuela con aceite y la hoja de laurel. Añade los jitomates cortados, el tomate frito y el aceite de tomillo. Salpimienta. Incorpora la carne de los calabacines. Cocina la salsa durante 20 minutos a fuego suave. Cuando esté hecha, saca el laurel y tritura. Rectifica el punto de sal.

3Introduce los calabacines en la salsa. Tapa y cocínalos a fuego suave durante 10 minutos. Rellénalos con el queso cortado en daditos y deja que se cocinen 5 minutos más, hasta que el queso esté fundido.

4Sirve los calabacines acompañados de la salsa de jitomate. Condimenta con un chorrito de aceite de oliva virgen extra y un poco de pimienta.

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