1Lavamos el calabacín y troceamos en láminas o dados regulares, de tamaño medio. Pelamos el tomate y picamos muy fino o lo trituramos. Puedes usar tomate triturado envasado (300 gr).

2Ponemos al fuego el aceite en una sartén o cazuela y rehogamos la cebolla y el ajo picados a fuego muy lento.

3Cuando estén sofritos el ajo y cebolla agregamos el calabacín y damos unas vueltas. Al momento ponemos el tomate  y dejamos que se guise todo sin añadir agua. Salpimentamos.

4Tapamos los primeros minutos la cazuela para que se retengan los líquidos. El calabacín soltará su agua, además de la que aporta el tomate.

5Cuando la salsa haya reducido y los calabacines estén tiernos pero enteros apartamos del fuego y añadimos la albahaca picada. Servimos la momento espolvoreado, si quieres, con un poco de Parmesano rallado en polvo.