1Limpiamos los calabacines con agua y les retiramos los dos extremos.

2Longitudinalmente los partimos en dos y a su vez las dos mitades en rodajas finas, como si fueran medias monedas.

3En una sartén amplia o en una cazuela en la que no se nos pegue la verdura al fondo, añadimos 4 cucharadas de aceite, la cebolleta y el ajo.

4Lo colocamos a fuego suave y lo rehogamos durante unos 20 minutos, sin que coja color. Debe quedar la cebolleta tierna.

5Añadimos los dados de jamón y los dejamos unos segundos, justo hasta que comiencen a deshacerse. Retiramos todo a un plato.

6Subimos el fuego a tope y añadimos en el mismo recipiente las dos cucharadas restantes de aceite.

7Cuando humee, añadimos el calabacín y unos granos de sal, dejando que se saltee y la verdura quede tersa, durita, pero ligeramente tostada. Meneamos frecuentemente el contenido.

8Pasados aprox. 10 minutos, añadimos a los calabacines la cebolleta, el ajo y los dados de jamón salteados con antelación y damos unas vueltas para que se mezclen bien con la verdura. Servimos.

9Puede ser una guarnición excelente o un plato de verdura muy sabroso.

10Además con esta base podemos cuajar añadiendo unos huevos batidos, un revuelto o una tortilla, o añadiendo unos granos de arroz y caldo, un arroz de calabacines excepcional.