1Escoger la calabaza lo más madura posible; con un cuchillo separar la corteza hasta que la calabaza quede limpia.

2Cortar la pulpa a trozos y quitar todas las semillas; poner la pulpa a cocer, en un puchero con agua hasta que quede bien blanda; dejarla enfriar.

3Exprimirla bien apretándola con las manos, y los hilos o hebras se irán soltando; echarla de nuevo en el puchero con agua fría.

4Se le da un nuevo hervor y se deja reposar.

5Pasarla por un colador para que se escurra bien y quede seca; se pesa y a continuación se pone el mismo peso en azúcar.

6Se pone el puchero al fuego, con el azúcar, la canela y la décima parte de agua que de azúcar para hacer el almíbar; cocer hasta que alcance el punto de hebra; añadir entonces la pulpa de calabaza y dejar cocer hasta que los cabellos estén tiernos y el almíbar bastante espeso.

7Se usa para rellenar tartas, magdalenas, etc.