1Tamizar la harina junto con el cacao y la sal. Mezclarlos con la levadura.Hacer un hueco en el centro y añadir la leche, la mantequilla fundida y el huevo. Remover incorporando gradualmente los elementos secos hasta obtener una masa blanda y manejable.

2Trabajar la masa en una superficie enharinada durante 5 minutos, hasta que este blanda y elástica. Ponerla de nuevo en una bandeja limpia, tapar con un paño seco y dejar reposar hasta que la masa haya crecido hasta el doble de su tamaño inicial. Amasar de nuevo y dividirla en 20 porciones.

3Moldear cada una de las porciones en forma de bola, insertar un trozo de chocolate en el centro de cada bola y moldearla hasta que el chocolate quede como relleno, presionando bien y comprobando que los bordes queden bien sellados. Moldear de nuevo los buñuelos si es preciso.

4En una sartén calentar el aceite para freír. Freír los buñuelos por turnos. A medida que cada buñuelo se vaya hinchando y dorando, darle la vuelta y freírlo por el otro lado. Dejar escurrir bien los buñuelos sobre una hoja de papel absorbente.

5Mezclar un tercio del cacao, el azúcar y la canela a partes iguales en un plato hondo. Rebozar bien los buñuelos. Ponerlos en una fuente y servir calientes.