1Ponemos a hervir una cazuela con 2 litros de agua, un buen puñado de sal, el alurel y el clavo. Cuando rompa el hervor introducimos el buey y lo dejamos 15 minutos desde que vuelva a hervir. El tiempo depende del tamaño del buey, entre 15 y 20 minutos.

2Dejamos que el buey enfríe en la nevera. Partimos las patas y sacamos con cuidado la carne Hacemos lo mismo con las carnes y corales del interior, dejando el caparazón entero y limpio.

3Troceamos todo al gusto, sin llegar a triturar del todo para que no pierda textura. Con mucho cuidado mezclamos con el vino, la mostaza y la cebolleta picada menudísima.

4Rellenamos  el caparazón. Cubrimos con una fina capa de mayonesa (se puede mezclar con un poquito de ketchup) y decoramos con el huevo duro rallado o picado muy fino. Conservamos en frío hasta el momento de servir.

5El interior tiene la consistencia de un paté de marisco por lo que el buey se suele servir con tostaditas para acompañar.