1Se divide la harina en 4 partes.

2Se forman dos círculos con ella en forma de volcán, uno con 3 partes de harina y otro con una.

3En el más pequeño se esparce la levadura y se incorpora la mitad de la leche.

4Se amasa hasta que se despegue de la mano añadiendo harina del otro montón si es necesario.

5Se sumerge ésta bola en agua tibia hasta que flote.

6Sobre el círculo más grande se pone la sal, el azúcar, la leche restante y un huevo, una vez amasados éstos ingredientes, se añade la mantequilla blanda y la bola de masa.

7Se amasa todo a fondo hasta conseguir una masa fina y elástica.

8Se deja reposar la masa tapada con un paño en un lugar tibio hasta que fermente y doble su volumen.

9Se vuelve a amasar.

10Se forma un cilindro y se corta en 10 porciones iguales.

11Se hace con cada una un bollo en forma de huevo con las manos ligeramente enharinadas.

12Se colocan sobre una fuente de horno previamente engrasada.

13Se cubre la fuente con un paño y se deja en lugar tibio hasta que doble su volumen.

14Se les hace entonces un corte limpio en el centro.

15Se pinta la superficie con el otro huevo batido.

16Encima del corte se esparce por cada uno una cucharada de azúcar.

17Se ponen a horno fuerte y se dejan cocer hasta que estén dorados, unos 10 o 15 minutos.