RECETA
- 250 gr de harina de fuerza (hará falta un poquito más)
- 80 ml de leche
- 40 gr de azúcar
- 1 pizca de sal
- 60 gr de mantequilla blanda
- 2 huevos pequeños
- Aceite de girasol para freír
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1Desleímos la levadura en la leche templada hasta que quede perfectamente disuelta.
2Batimos la mantequilla con el azúcar y los huevos. Añadimos la leche con la levadura y vamos añadiendo la harina poco a poco amasando sin parar hasta que la masa tenga una consistencia blanda y pegajosa pero se despegue con facilidad de las paredes del bol de amasado.
3Dejamos reposar la masa para que se produzca el primer levado. Tiene que doblar el volumen (una hora de levado en un sitio templado, o media hora dentro del horno a 30º).
4Cuando haya doblado el volumen nos embadurnamos las manos de harina y la amasamos de nuevo para eliminar el aire que se ha formado dentro. Formamos unos cilindros de unos 3 cm de grosor y vamos cortando con un cuchillo afilado una especie de croquetas grandes. Las colocamos sobre papel satinado en una bandeja separadas para que no se peguen unas con otras y dejamos reposar otra media hora en lugar templado para que vuelvan a crecer casi al doble.
5Mientras tanto vamos precalentando el horno a 220º.
6Cuando hayan crecido metemos al horno durante unos 10 minutos, no tienen que dorar para que no se endurezcan, sólo compactarse un poco. Las dejamos enfriar dentro del horno.
7Una vez fríos metemos por los lados la crema pastelera con una manga pastelera y una boca para rellenar, fina y larga. Servimos a temperatura ambiente.