1Ponemos en un cazo el agua con el azúcar y la vainilla, calentamos removiendo hasta que el azúcar se disuelva por completo. No es necesario hervir mucho, sólo conseguir que el azúcar quede perfectamente disuelta.

2Retiramos del fuego y añadimos el coco mezclando bien para que se integren todo como una masa.

3Hay que dejar enfriar la mezcla y es mejor que repose un par de horas en la nevera para que se compacte y sea más fácil trabajarla.

4Una vez fría formamos las bolas. Ponte unos guantes de látex o engrásate las manos con aceite de girasol.

5Derretimos el chocolate con la mantequilla al baño María o en el microondas y mezclamos muy bien.

6Pinchamos las bolas de coco con un palillo de dientes y las bañamos bien por todos lados en chocolate, escurrimos un poco y colocamos en una superficie plana sobre papel de horno satinado.

7Mantenemos en frío hasta el momento de servir para que el chocolate se compacte.